Una joven narra como fue que mataron a su hermano el 19 de Abril, quien dormía en su habitación.
“Dormíamos cuando escuché los gritos de mi hermano de 12 años, así que me levanté corriendo y abrí su puerta, estaba todo oscuro pero pude ver a mi hermano en el suelo acuchillado y ensangrentado, voltee de inmediato hacia la ventana y estaba parada una chica con un cuchillo en la mano, tenía los ojos rojos, labios negros y una gran sonrisa cortada en las mejillas, ella solo me sonrió y me dijo “Me alegra que aún no estés muerta” y desapareció”
La FBI sigue buscando a esta chica quien es conocida como Jenny The Killer, quien es responsable de brutales asesinatos en el estado.”
EL ORIGEN
Jennifer Woods era una señorita de 16 años adoptada que vivía en una localidad de E.U con sus dos padres y su hermano Daniel; ella siempre se había sentido diferente a los demás, desde pequeña fue rechazada por sus compañeros de la escuela, así fue creciendo hasta la adolescencia.
Jenny se volvió una chica emo, ella era de esa clase de niñas que preferían ver creepypastas en internet, se sentía afortunada de tener el mismo apellido que su personaje favorito, aunque su demás familia era Parker, ella prefería también ver animes, estar en redes sociales y escuchar música de rock. Su creepypasta favorita era la de Jeff The Killer El Origen y Jane The Killer. Por alguna razón siempre había sentido algo especial por ellos, como si fueran más que solo personajes asesinos de creepypastas. Jenny vivía con mucho dolor por dentro y no sabía por qué, aprendió a disimular y fingir todo, siempre se reía por más insignificantes y estúpidas que fueran las cosas.
Un día después de clases fue con su mejor amiga Paulina, quien también era emo, fueron a comer algo y cuando oscureció e iban de regreso, pasaron 4 sujetos en un auto negro, ella asustada sintió de nuevo ese ardor dentro de su piel, como si su sangre hirviera, comenzaron unas fuertes punzadas en su cabeza y luego cesaron, ya iban varias veces que le sucedía lo mismo. Los sujetos se bajaron y las obligaron a entrar en el auto, para llegar a una pequeña casa en un lugar donde Jenny desconocía, las metieron y la amarraron. Ellos violaron y descuartizaron a Paulina en los ojos de Jenny, la sangre de Paulina brotó hasta sus dos ojos provocando un ardor terrible, no podía ver bien debido a la sangre. Cuando recordó ese cuchillo que siempre llevaba en su tenis por si acaso, cuidadosamente cortó las sogas que la ataban y volvió ese extraño malestar de siempre, solo que ahora era más fuerte que nunca, una sonrisa macabra y sanguinaria se formó en su rostro. Se levantó y clavó su cuchillo en el cuello del primero sujeto que encontró, luego le rebanó la traquea sin molestia alguna, perdió totalmente la cabeza y mató a otro de la misma manera quien no tenía idea de que ella estaba suelta, luego encontró al tercer tipo y se lo clavó en la espalda, le cortó los dedos, Jenny muy divertida le sacó las viseras como si fueran juguetes de un baúl, el sujeto imploraba piedad pero ella solo se reía. No se percató de que el cuarto sujeto y último ya la había visto pero no sabía que hacer sabía que lo mataría, así que prendió la casa en llamas y cuando escapaba ella lo vio, lanzó su cuchillo y le cortó la mano, el cayó al suelo retorciéndose de dolor puro, Jenny se acercó lentamente y poniéndose en cuclillas sonrió y se cortó las mejillas siguiendo el ejemplo de Jeff The Killer.
-Por favor, haré lo que quieras, no me mates–dijo muerto de dolor y pánico él–.
-Shh, me alegra que aún no estés muerto.
Ella lo mató burtalmente, todas las extremidades del tipo y sus órganos estaban esparcidos por el cuarto, ella tomó sangre y pintó en la pared “Me alegra que aún no estés muerto
-Jenny The Killer”. Volteó y vio a dos personas observándola por la ventana, estaba borroso pero sabía perfectamente quienes eran. Eran Jeff y Jane The Killer. Sonrió y se desmayó.
Abrió los ojos en un hospital y vio una nota que estaba en su cama.
“Estoy orgulloso de ti hija, Jane no está muy de acuerdo con esto, ya que fuiste antes que Jhaen, yo solo te digo que te vayas a dormir por ahora Jenny, hija, si, soy yo, soy tu padre Jeff The Killer”
Eso fue lo único que encontró, tomó un espejo y vio su rostro, sus ojos eran rojos, la sangre se había incrustado en ellos y se quedarían rojos de por vida, tenía esa gran cortada en sus mejillas que hacían su gran sonrisa, se pintó los labios de negro, -algo de mi padre y mi madre- pensó y se rió, tomó su ropa y se fue.
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